Los avances tecnológicos son de gran ayuda, realmente una gran bendición que Dios no da a través de la inteligencia y creatividad que le ha otorgado a la humanidad.

¿Necesitas información sobre algún tema especifico, una noticia, una referencia medica? Solamente entras en Internet, y en pocos segundos tendrás toda la información que estas buscando. ¿Quieres hablar con un amigo? mandas un mensaje de texto, un correo electrónico o un mensaje por facebook y listo. Sin embargo a veces el sistema falla,  si por ejemplo no respondes las preguntas correctas cuanto entras a tu usuario del banco por Internet y los códigos generados no son correctos tus cuentas pueden ser bloqueadas, o si quedes sin saldo o sin batería en el teléfono no puedes comunicarte con nadie, ciertamente nada es tan perfecto.
Es justamente esto lo que nos permite gozarnos en cuan preciso es nuestro acceso a Dios en oración, no se necesitan preguntas de seguridad ni baterías. 
Es fascinante la seguridad que transmite Juan, al afirmar: «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye» 1 Juan 5:14 .
Dios está siempre disponible, ¡porque Él nunca se adormece ni duerme! Salmo 121:4.